miércoles, 29 de agosto de 2012

El Triatlón de Londres 2012

       Después de unos pocos días, con la carrera bien digerida, me apetece escribir unas líneas sobre la prueba masculina de Triatlón en las Olimpiadas de Londres 2012.


      Para muchos triatletas, toda la preparación de años iba enfocada a este día, y se esperaba una gran carrera, como finalmente fue. Los favoritos estaban claros: primero los hermanísimos Brownlee, que incluso habían declarado que les habían prohibido entrar de la mano cuando ganaran (humildad ante todo). Luego teníamos a Javier Gómez Noya, que parecía venir bastante preparado, y dos escalones más por debajo varios triatletas que querían dar la campanada olímpica.

      Previamente habían trascendido noticias que mostraban que Gran Bretaña quería ganar el oro a cualquier precio. Cosas como elegir al tercer triatleta (Stuart Hayes) para su labor como gregario en la natación o en la bici y no por ser el tercer mejor inglés, invitar al coleguita Richard Vargas a la concentración de los hermanísimos para que te haga el trabajo sucio en la natación, etc. En realidad nada ilegal, pero a mi ver no era demasiado ético por la imagen de "ganar a cualquier precio", muy alejada del fair play que deberían tener el deporte en general, y las Olimpiadas en particular. Y viendo el caso Harry Wiltshire (del que hablé hace tiempo), podíamos echarnos a temblar.

      La carrera la resumiré rápido; para el que quiera volver a verla el enlace es: http://www.rtve.es/londres-2012/videos/video?v=4232

      La natación empezó bien, aunque no se pudo ver la salida en directo (esa manía de RTVE de cortar las salidas de natación del triatlón). Como era esperable, se produjo un grupito cabecero con los hermanísimos, Noya, y Vargas haciendo de gregario; la única duda que me queda es si cobró dicho trabajo en libras o en euros. La T1 fue limpia, y se fue un grupito de cabeza con los que a la postre se jugarían las medallas, y el tercer inglés controlando y tirando en la bici. Circuito algo ratonero, precioso por las zonas por las que fueron rodando muy rápido. En la T2 ya se produjo el corte , con los Brownlee y Javi, y se van los tres hacia las medallas seguras. 


      El guión estaba ya escrito, sólo que se les torció un renglón. Alistair empieza a ir apretando el ritmo, y es su hermano (y no el grandísimo Noya) el que se descuelga. Y como a perro flaco todo son pulgas, al pequeño de los Brownlee le cae una sanción por sobrepasar una línea en la transición (que no condicionó el resultado porque ya había petado)

      A los ritmos que se corría, el más mínimo resquicio de superioridad te hace ganar la carrera. Y esta chispa la tuvo Alistair, dejando a Noya y entrando primero, haciendo buenos los pronósticos. Javi entró segundo, dejando una de las imágenes más repetidas en todos los medios.


     Podio con Alistair (oro), Javi Gómez Noya (plata) y Johnny Brownlee (bronce), en una carrera rapidísima, donde refrendaron una vez más que están un escalón por encima del resto. Según este enlace (aconsejable leérselo entero para flipar), se nadó a 1:08 el 100, se circuló a 43'4 km/h y se corrió a unos estratosféricos 2:56 el km de promedio.
      

      Una grandísima carrera, con un gran resultado para España. Javi cumplió los pronósticos ganando una medalla olímpica (y a ratos dando la impresión de que podía ser oro), Mario Mola llegó el 19 y Josemi el 24. Y ante todo, un espectáculo para el gran público, que también se trataba de eso.



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