jueves, 25 de abril de 2013

I Cross de la Albufereta (21-IV-2013)


          Una de las sorpresas que he tenido este año ha sido la aparición de un circuito de Cross por la zona de Alicante, el Alicante Cross Series. Es un circuito con varias carreras con un aire popular en entornos muy cercanos a casa, y si bien a las dos primeras (San Gabriel y Orgegia) no pude ir, el que la tercera se disputase delante de casa casi me obligaba a asistir. Todos los detalles de la carrera AQUÍ.

           Un matiz que cambiaría para futuras ediciones es el nombre: para mí no es el Cross de la Albufereta, es el Cross del Cabo Huertas. Y como tal, el recorrido es por todo Cabo Huertas, por senderos con solera pisados por corredores a diario. Circuito exigente, con no demasiado desnivel acumulado pero bastante rompepiernas, y que ciertos tramos me los conozco casi con los ojos cerrados. Además de correr en casa, también estaba apuntado mi hermano, con el que correría toda la carrera.

           Volviendo a la crónica de carrera en sí, la hora de la salida era “tarde”, lo que nos permitió no madrugar demasiado. Hasta la zona de salida llegamos andando desde casa, donde recogemos el dorsal y calentamos un poco entre los más de 300 inscritos. Para variar, caliento muy poco para lo que nos espera en la salida: salida en tromba por la playa y la explanada de Puertoamor, para llegar a la curva de “los locos” y ponernos en fila de a uno andando (primer tapón del día). Tal y como nos planteamos la carrera, era a “segunda vuelta”: aguantar el tipo a la ida, para apretar algo a la vuelta.

 Sí, estoy posando. Ahí aún iba corriendo (ver foto siguiente)

           Vamos pasando por los diferentes pasos: Calita, Cala Cantalar, subida al Tobo, siempre a ritmo medio – reservón. En el parque del Tobo aumenta la inclinación y lo subimos andando rápido, hasta llegar a una verja que bordeamos y que no conocía. De aquí pasamos a bajar una ladera escarpada andando (muchos la bajaron a 5 apoyos), donde se monta otro tapón, para bajar hasta casi el mar y seguir el camino establecido. Seguimos a ritmo reservón, intercambiando algunas palabras de ánimo porque los hermanísimos no íbamos nada finos.

  30 segundos después de la foto anterior. Dura poco la alegría en casa del pobre (en entrenos)

           Al pasar Cala Palmera nos cruzamos con el que iba primero… ¿YA? Y en la senda de “a uno” va siendo un goteo de gente que viene ya de vuelta. Yo voy perdiendo tiempo dejándoles pasar, incluso parándome para no molestar demasiado, hasta que llegamos al camino ancho del faro. Allí ya íbamos tostados, y de repente nos damos cuenta que el avituallamiento está después de la cuesta que linda con Playa de San Juan, y no ANTES. Una chorrada, pero una chorrada que fue como un pequeño mazazo a mi poca motivación ya a estas alturas. 

La cara de la señora que tengo detrás define el estado en el que yo estaba...

          El avituallamiento es “correcto”, paso rápido porque me empiezo a encontrar bien y sólo pienso en seguir corriendo. Un vaso de agua y medio al estómago, el otro medio por la espalda y a bajar corriendo y alargando la zancada, que la bajada al faro se presta a ello. Y si bien mi hermano tuvo que irme esperando a la ida, veo que soy yo el que tiene que bajar una marcha ahora.

           Volvemos a las sendas de roca de a uno, entre varias personas con ritmo similar, por lo que ya no adelantamos a demasiada gente. Pasada Cala Palmera toca enfilar ladera arriba, pasando por un tramo de roca donde yo subí con las manos, entroncando con el camino de arriba y subiendo un tramo por arena suelta (sóleos cantando bulerías), para terminar en el camino de la ladera escarpada. Justo a media subida estaban dos señoras senderistas que se habían quedado “atrapadas”, sin poder bajar o subir entre la marea de gente y que decidieron animar a todos los que pasábamos por allí. De ahí seguimos subiendo hasta el punto geodésico del cabo, y ya toca todo bajada. 

Bajando rápido y cómodo, qué pena que la carrera no fuera entera de bajada.

          En la bajada, me pasa por la cabeza bajar a tumba abierta, ya que tengo varias cosas a favor: peso un montón (tengo mucha inercia), me conozco muy bien el camino, y estoy sorprendentemente fuerte a estas alturas de carrera. Más o menos apretamos algo, incluso llego a adelantar a algún sorprendido corredor.

Alargando zancada en un terreno que se prestaba a ello.

          Llegando a terreno plano, propongo a mi hermano apretar el ritmo para recuperar algún puesto. Al girarme, veo su rostro demacrado, y con un hilillo de voz de dice: "Sigue tú, déjame atrás y dile a mi familia que la quiero". Hago un esfuerzo sobrehumano y le espeto: "No hermano, esta guerra la empezamos juntos y la acabaremos juntos, aunque tenga que cargar contigo hasta el mismísimo infierno". Con lágrimas en los ojos, nos abrazamos y seguimos la carrera con fuerzas renovadas *

* NDLR: Es posible que este párrafo haya sido retocado para aumentar el dramatismo.

Corriendo por la parte final del recorrido

          Pasando la Calita y ese momento de conversación épica simplemente aguantamos el ritmo, pasamos otra vez los locos y llegamos a la explanada de Puertoamor. Con fuerzas suficientes hubiéramos pegado un arreón, en este caso es la gente la que nos va adelantando.

"Aprieta que nos pillan"

           Y ya llegando a la arena, visualizamos delante a uno que no se nos puede escapar. Apretamos dientes, y esprintamos por la arena seca cual posesos para poder arañar... ¿ un puesto ? y diez segundos máximo. Algo imprescindible, por supuesto, que para algo semos triatletas.

"¡¡ Llegamos !!"

           En total, cruzamos la meta en 1:09:32 (1:09:42 según mi Garmin) para 10,69 km, en posición 94 de 122 de mi categoría. Los datos de mi carrera se pueden ver AQUI, aunque como dato destacable, fui a 176 ppm de media (rondando el 90%), así que tampoco tenía mucho margen para más. Además, fui EL PRIMER CLASIFICADO DE MI CLUB (una nimiedad decir que sólo corrí yo).  


           Sobre la organización, la verdad es que me gustó bastante la carrera. Recorrido bastante bonito y duro en algunos tramos, el avituallamiento post-carrera bastante completo (ese bocadillito entró de muerte), y precio bastante popular (10 € con camiseta). El único "pero" que comentábamos a la vuelta es que después de la llegada, muchos de nosotros cogimos la bolsa de corredor, para lo que había que entregar el dorsal. Además de que me hubiera gustado quedarme con el dorsal, ¿cómo lo hubiera presentado para el sorteo de después ?

           En cualquier caso, una carrera que repetiré siempre que pueda, de un circuito (Alicante Cross Series) del que espero poder correr alguna prueba más. De momento, para el acuatlón de agosto tampoco tengo excusa plausible...

PS: En el Facebook de 15 Cumbres y de Alicante Sport series han colgado dos galerías en abierto (que en parte he expoliado para ilustrar este blog), con más de 500 fotos de la carrera. Los enlaces son:  SALIDA/META y RECORRIDO