domingo, 26 de enero de 2014

Material de natación: Gafas suecas Nabaiji

          No soy muy amante del material Decathlon para hacer deporte, salvo para ciertas prendas de desgaste y uso diario: mallas, slips de natación o camisetas de tirantes, donde en calidad/precio suele ser insuperable. Así que siempre que voy suelo echar un ojo por las secciones de los deportes que practico, en busca de alguna ganga o repuesto de material de batalla. Y en la sección de natación, casi de suerte, las encontré.

          Unas gafas suecas de natación, a precio aceptable (6'95 €) y con un detalle que me gustó: las cuencas de los ojos tienen un ligero recubrimiento de material blando (silicona imagino) que las debería hacer algo menos sufridas que las suecas originales. En la bolsita viene todo lo necesario para montarlas; todo, menos unas instrucciones


           Montarlas no tiene ningún secreto: unimos los dos oculares azules con la cuerdecita, atravesando el tubito gris que hace de puente, doble nudo simple, y hacemos lo mismo con la cinta de la cabeza, acabándola con un nudo o con la piececita pasante para poderla ajusta. Si no nos aclaramos, estoy seguro de que hay tutoriales por internet.

Nudito del puente (quizá lo más complejo del montaje)

          En seco, comparadas con unas suecas originales de la marca Malmstem son tremendamente parecidas, salvo por el ligerísimo acolchado de las cuencas de los ojos. Para los que hayáis probado unas gafas de este tipo, dan un aspecto de nadador pro, pero con el paso de los largos los oculares se van clavando y puede llegar a ser una tortura sueca. Esa fue la razón por la que las Malmstem permanecen largas temporadas en el fondo de mi mochila de natación...

Comparación entre originales (abajo) y Nabaiji (arriba)

          En la mano prometían, pero... ¿ y en el agua ? Pues de momento, las dos veces que las he probado me han gustado bastante. No son tan cómodas como las Zoggs Predator que uso para competir (y de las que llevo ya 5 pares), pero se me adaptan bien. Por la forma del cristal crean un "efecto tunel" que hace que tengas algo menos de ángulo de visión, lo que paradójicamente hace que me concentre más en nadar y menos en qué pasa en las otras calles. Y bueno, sobre el tema del antiempañamiento o anti-fog, hasta 1000 metros sí parece que funciona, pero más allá sí empecé a notar la condensación.

          Resumiendo: unas gafas de entrenamiento recomendables por calidad / precio, y que parece que vayan a tener gran durabilidad (los que hayáis partido puentes de las Predator sabéis de qué hablo). Por contra, no son excesivamente cómodas para nadar muchos metros. Unas gafas que no usaría jamás para competir en triatlón por dos razones: un golpe en la natación puede dejarte un ojo morado por la dureza de los oculares, y sobre todo, porque los cánones mandan que las gafas del Tri-postureo por excelencia han sido, son y serán las Zoggs Predator blancas con cristal negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario